El 70% de nuestro sistema inmunológico se encuentra en el tracto digestivo, por tanto, una digestión saludable ayuda a mejorar las defensas del organismo y nos proporciona una mayor calidad de vida.
Esto depende, en gran medida, del contenido y equilibrio entre las especies bacterianas que conforman la flora intestinal.
Se habla mucho, pero ¿sabemos diferenciarlos?
- Los probióticos, organismos vivos que ingeridos en cantidad adecuada, ejercen un efecto beneficioso al organismo, ya que son las bacterias saludables, que viven en nuestro organismo.
- Los prebióticos, presentes en frutas y verduras, son sustancias no digeribles que favorecen el crecimiento selectivo de las bacterias intestinales beneficiosas.
- Los simbióticos son productos que incorporan conjuntamente probióticos y prebióticos.
En que nos pueden ayudar.
- Problemas en el sistema inmunitario, tanto en las enfermedades autoinmunes como para mejorar el funcionamiento del sistema inmunitario en general.
- Problemas intestinales como diarrea o estreñimiento, colon irritable.
- En infecciones ginecológicas y urinarias.
- En alergias tanto respiratorias como alimentarias, así son recomendables en primavera cuando la alergia al polen está más en auge.
- Para reforzar la flora intestinal después de tratamientos farmacológicos como los antibióticos en los que queda muy reducida.
- En trastornos del estado de ánimo y ansiedad.
¿Cómo hay que tomarlos?
- Existen multitud de marcas y productos, con diferentes formas y dosis, por lo que algunas veces es difícil dar con el ideal. Suelen presentarse en cápsulas, comprimidos, masticables, líquidos y sobres.
- También existen de conservación en frío o en temperatura ambiente.
- Los probióticos se aconseja ingerirlos en ayunas y preferentemente por la noche.
- Si se utilizan cuando se están tomando antibióticos, hay que separar la toma de los mismos un mínimo de dos horas, ya que el antibiótico inhibiría la función del probiótico destruyéndolo.
- Si se mezclan con bebidas, es aconsejable que sea a temperatura fríao ambiente para evitar su destrucción.
Lo ideal es utilizar la combinación de ambos, tanto prebiótios como probióticos, ya que la acción se verá potenciada. Siempre es recomendable consultar a su Médico, Naturópata, Nutricionista o profesional de la salud… que le aconseje para conseguir un mayor beneficio.